martes, 22 de julio de 2008

Carlos Roa "De la nada, al todo y del todo a la nada"


Carlos Roa, "la lechuga", llegó al Mallorca en la temporada 97-98 donde cuajó una temporada excelente que le llevó a ir convocado al Mundial de Francia 98 por Argentina. Incluso fue el portero titular de la albiceleste, y cuajó un Mundial fabuloso donde no encajó ni un gol en los tres partidos de la primera fase y atajó un decisivo penalty a Inglaterra. La temporada 98-99 (también en el Mallorca) fue la temporada de la confirmación de Carlos Roa como uno de los mejores porteros del mundo. Llegó a ganar el Trofeo Zamora (como curiosidad, decir que desde la década de los 50 todos los porteros que ganaron dicho trofeo son argentinos o españoles excepto uno: Songoo), y estaba en el momento más dulce de su carrera.


En ese momento, se convirtió a la Iglesia Adventista del Séptimo Día, que le prohibía jugar al fútbol los sábados, y tomó una decisión que impactó en el fútbol español de aquella epoca: "Dejo el fútbol . Me voy a dedicar a predicar y ayudar", decía Roa. Una decisión que dejaba al Mallorca sin uno de los mejores porteros. Roa estuvo la temporada 1999-2000 apartado de los terrenos de juego.

Pero la siguiente temporada, Carlos Roa decía en una rueda de prensa que decidía volver al fútbol, para satisfacción de todos. Aunque las malas lenguas decían que era porque ya se le había acabado el dinero, y como no podía ser de otra manera volvió al Mallorca. Pero a partir de ahí, ya nada fue lo mismo. Había estado un año entero sin entrenar y su condición física no era buena. El regreso a la alta competición era muy difícil y no consiguió volver a su nivel, sino que estuvo muy lejos de él. Apenas jugó la temporada 2000/20001 con el Mallorca.

Tras ésto, se buscó otra oportunidad en el fútbol, esta vez en el Albacete. Pero la mala suerte se chocó con el: cáncer testicular. Roa no se lo podía creer cuando se enteró, era un futbolista vegetariano que siempre se cuidó al máximo. Un año entero de quimioterapia y rehabilitación. Consiguió salvar la enfermedad, pero su época en el fútbol de élite había acabado. Decidió firmar por un equipo de la tercera divisón española, el Constancia, para volver a sentirse futbolista. Apenas cuatro años después de ser uno de los mejores porteros del mundo, se encontraba perdido (futbolísiticamente) en Tercera. No aguantó mas y volvió a su país para jugar en el Olimpo de Bahía Blanca, donde a sus 36 años vuelve a sentirse futbolísta.

1 comentario:

Freakbol dijo...

Sin duda el mejor portero que ha tenido el mallorca a lo largo de toda su historía. Para nosotros los mallorquines Carlos Angel Roa sigue muy presente en nuestros recuerdos.

Saludos!!!